El pasado Viernes organizamos una excursión a la ermita de Salas con los alumnos más jóvenes del instituto. El fin de esta, era hacer que disfrutasen de una jornada de convivencia con nosotros, los alumnos mayores del instituto.
Durante varios días fuimos organizando actividades: juegos, una visita organizada a la ermita explicada por nosotros... para amenizarles las mañana. Comenzamos el día yendo a la ermita como paseo con todos los niños. Al llegar, los dividimos por colores en unos grupos que habíamos organizado y comenzamos los juegos.
Hicimos un repertorio variado, haciendo juegos deportivos como la pelota sentada o el balón prisionero, tanto como juegos, que ayudan a incrementar la confianza y la cooperación entre los componentes del grupo, como son beso-placaje o el pañuelo cooperativo.
Por turnos, cada uno de los grupos fue entrando en la ermita de Salas. Una ermita de origen románico con retoques del barroco, que contiene dos vírgenes, la de huertas originaria de allí, y la de Salas bajas (un pueblo cerca de la localidad de Barbastro que le da nombre).
Encontré la experiencia bastante gratificante, los niños se comportaron muy bien, sin haber grandes incidencias. Solo hubo una pequeña discusión porque al dividirnos en grupos nos pintábamos para identificarnos, y un niño al principio no accedía del todo, pero enseguida lo convencimos. La mañana discurrió de manera agradable, los niños fueron participativos en todos los juegos y considero que se divirtieron, así que me doy por satisfecha con nuestra labor.
Después de disfrutar de esta mañana un poco distinta de las rutinarias, regresamos caminando al instituto y así finalizó una bonita mañana.
Hicimos un repertorio variado, haciendo juegos deportivos como la pelota sentada o el balón prisionero, tanto como juegos, que ayudan a incrementar la confianza y la cooperación entre los componentes del grupo, como son beso-placaje o el pañuelo cooperativo.
Por turnos, cada uno de los grupos fue entrando en la ermita de Salas. Una ermita de origen románico con retoques del barroco, que contiene dos vírgenes, la de huertas originaria de allí, y la de Salas bajas (un pueblo cerca de la localidad de Barbastro que le da nombre).
Encontré la experiencia bastante gratificante, los niños se comportaron muy bien, sin haber grandes incidencias. Solo hubo una pequeña discusión porque al dividirnos en grupos nos pintábamos para identificarnos, y un niño al principio no accedía del todo, pero enseguida lo convencimos. La mañana discurrió de manera agradable, los niños fueron participativos en todos los juegos y considero que se divirtieron, así que me doy por satisfecha con nuestra labor.
Después de disfrutar de esta mañana un poco distinta de las rutinarias, regresamos caminando al instituto y así finalizó una bonita mañana.
